Dedico esta entrada a nuestro nuevo fan del blog "Hi", que tan preocupado se lo nota por el aspecto físico de la gente, y la carrera del modelaje. La columna tiene unos años. Saludos!
"¿Belleza ideal? ¿cuál, cuándo, para quién?
La noción de una belleza ideal, universal y eterna pertenece al museo de los objetos históricos obsoletos. Impulsada por la cultura occidental desde los griegos, relanzada por el Renacimiento y celebrada apoteósicamente por la Europa rubia de ojos celestes durante el siglo XIX, dejó de tener validez o fue herida de muerte hace casi un siglo cuando Occidente descubrió otros cánones de belleza.
En este sentido, Picasso, Modigliani y otros muchos en el tránsito del pasado siglo al presente, expresaron la conmoción que significó el reconocimiento de la belleza negra como antes -aunque tímidamente- se había "descubierto" el Oriente y la belleza oriental. En este fin del milenio, la belleza ideal no es europea, ni asiática, ni latinoamericana, ni africana.
Postular un tipo de belleza ideal universal es un ejercicio del racismo y del imperialismo.
El relativismo que supuso el "descubrimiento" de "otras" bellezas, implicó como se deriva de lo señalado por Edward Said, una construcción de lo "Otro", fantasías que los europeos se hacían de otras culturas.
La noción de belleza negra o asiática o latinoamericana que construyó Europa- y más tarde, la sociedad estadounidense- siguió siendo otro modo de apropiación del Otro.
¿Belleza ideal? ¿cuál, cuando, para quién? (...) No hay una belleza ideal, única, universal, atemporal. Más aún, cada tiempo, cada sociedad alberga muchos y diversos tipos de belleza ideal. Lo que estamos aprendiendo en estas décadas finales del milenio que agoniza es a respetar y aceptar la diversidad.
Claro está, la tarea no es fácil: desde algunos lugares de poder se sigue describiendo la belleza ideal de acuerdo al modelo y a los valores de la tribu. Se sigue depositando en la tribu extranjera todos los defectos, los valores negativos, la fealdad.
Nosotros somos bellos, los otros son feos y deformes"
La noción de una belleza ideal, universal y eterna pertenece al museo de los objetos históricos obsoletos. Impulsada por la cultura occidental desde los griegos, relanzada por el Renacimiento y celebrada apoteósicamente por la Europa rubia de ojos celestes durante el siglo XIX, dejó de tener validez o fue herida de muerte hace casi un siglo cuando Occidente descubrió otros cánones de belleza.
En este sentido, Picasso, Modigliani y otros muchos en el tránsito del pasado siglo al presente, expresaron la conmoción que significó el reconocimiento de la belleza negra como antes -aunque tímidamente- se había "descubierto" el Oriente y la belleza oriental. En este fin del milenio, la belleza ideal no es europea, ni asiática, ni latinoamericana, ni africana.
Postular un tipo de belleza ideal universal es un ejercicio del racismo y del imperialismo.
El relativismo que supuso el "descubrimiento" de "otras" bellezas, implicó como se deriva de lo señalado por Edward Said, una construcción de lo "Otro", fantasías que los europeos se hacían de otras culturas.
La noción de belleza negra o asiática o latinoamericana que construyó Europa- y más tarde, la sociedad estadounidense- siguió siendo otro modo de apropiación del Otro.
¿Belleza ideal? ¿cuál, cuando, para quién? (...) No hay una belleza ideal, única, universal, atemporal. Más aún, cada tiempo, cada sociedad alberga muchos y diversos tipos de belleza ideal. Lo que estamos aprendiendo en estas décadas finales del milenio que agoniza es a respetar y aceptar la diversidad.
Claro está, la tarea no es fácil: desde algunos lugares de poder se sigue describiendo la belleza ideal de acuerdo al modelo y a los valores de la tribu. Se sigue depositando en la tribu extranjera todos los defectos, los valores negativos, la fealdad.
Nosotros somos bellos, los otros son feos y deformes"
Hugo Achugar