A lo largo de la evolución Humana, la cultura se ha convertido en una estrategia humana para la supervivencia. Verdaderamente, no podemos vivir sin cultura. Pero la capacidad de crearla tiene también algunos inconvenientes. Podemos ser los únicos animales que nos ponemos nombres, pero como seres simbólicos, también somos las únicas criaturas que experimentamos alienación. Además, la cultura es en gran medida un asunto de hábitos, limitando nuestras elecciones y conduciéndonos a repetir pautas problemáticas, como los prejuicios raciales en cada nueva generación. Y, en la era electrónica, podemos preguntarnos hasta qué punto los nuevos medios de información y las empresas manipulan a las personas para hacerles creer que deben ver las últimas películas o llevar las últimas tendencias en el vestir.
Además, mientras la insistencia en los logros competitivos de nuestra sociedad nos impulsa hacia la excelencia, esta misma pauta también nos aísla los unos de los otros. Las comodidades materiales mejoran nuestras vidas de muchas maneras, pero nuestra preocupación por adquirir cosas nos distrae de buscar la seguridad y la satisfacción de las relaciones cercanas y de cultivar la fortaleza espiritual. Nuestro énfasis en la libertad personal nos proporciona privacidad y autonomía, pero nuestra cultura a menudo nos niega el apoyo de una comunidad humana con la cual compartir los problemas de la vida.
La cultura como libertad
Los seres humanos parecen ser prisioneros de las culturas, exactamente como otros animales son prisiones de la biología. El instinto biológico funciona en un mundo ya elaborado; la cultura, por el contrario, nos ofrece la responsabilidad de hacer y rehacer el mundo una y otra vez.
Por lo tanto, aunque la cultura parece a veces circunscribir nuestras vidas, incorpora al mismo tiempo un espacio para la esperanza, la creatividad y la elección. No hay mejor evidencia de esto que la fascinante diversidad cultural de nuestra propia sociedad y la lejana y mucho mayor variedad cultural del mundo. Además, lejos de permanecer estática, la misma está cambiando continuamente; permite que desarrollemos nuestra imaginación e inventiva. Cuanto más descubramos acerca del funcionamiento de nuestra cultura, mayor será nuestra capacidad para utilizar la libertad que nos ofrece.
Como cansas Lidiaazul!!!
26 de agosto de 2011 15:10
15:10 la tenes adentro
26 de agosto de 2011 15:21
Bravo Lidia!!! Como siempre estamos en sincro.
Anon de 15.10: ya no sabes mas que hacer, probaste con un yogur??? Digo, por el transito lento jajajajaj
26 de agosto de 2011 16:03