Arabia Saudita: Internet es condenado oficialmente por ser una fuerza nociva que fomenta la occidentalización de la mente de los ciudadanos. Aún así, se han concedido licencias a 37 servidores de propiedad privada, aunque todos están sujetos a que sus operaciones sean enviadas a través de los servidores del Centro de la Tecnología y la Ciencia. Este centro está equipado con filtros que prohíben el acceso a sitios que proporcionan información contraria a los valores islámicos.
Vietnam: Los vietnamitas que quieren tener acceso a Internet, necesitan un permiso del Ministerio del Interior y tienen que suscribirse a uno de los servidores de propiedad estatal.
Estos servidores bloquean el acceso a sitios mantenidos por organizaciones internacionales de Derechos Humanos y organizaciones vietnamitas con sede en el extranjero.
Burma: El Estado tiene el monopolio sobre el acceso a Internet, e impone una censura total.
El incumplimiento de la necesidad de declarar la propiedad de un ordenador al gobierno, tiene como consecuencia una pena de 15 años de cárcel.
Irak: A raíz de las sanciones y el embargo de Occidente, posterior a la Guerra del Golfo, muy pocos iraquíes tienen ordenadores. La prensa oficial iraquí y algunos ministerios mantienen sitios Web a través de servidores asentados en Jordania.
Sudán: El Estado sudanés controla las escasas conexiones posibles, mediante su monopolio ISP, Sudanet.
Libia: Los ciudadanos no pueden acceder a Internet.
Corea del Norte: antes del 2001, el acceso a Internet era imposible. La Agencia Nacional de Noticias, algunos periódicos y ministerios mantienen sitios Web oficiales dirigidos a extranjeros a través de servidores con sede en Japón.
Irán: Cualquier mención a la sexualidad, la religión, Israel, Estados Unidos, o una crítica a la república islámica, es censurada en Internet al igual que en otros medios de comunicación. El acceso a muchos sitios está prohibido. Ni siquiera los estudiantes de medicina pueden acceder a páginas que tratan sobre la anatomía humana.
Kazajstán y Kirguizistán: los gobiernos cobran cantidades prohibitivas a los servidores, y por las cuotas de conexión.
Siria: Los ciudadanos sirios tienen oficialmente prohibido el acceso a Internet y en caso de no cumplirlo, se castiga con una posible pena de prisión. La autoridad pública de telecomunicaciones mantiene sitios Web para el uso de la agencia nacional de noticias, los periódicos estatales y algunos ministerios.
Vietnam: Los vietnamitas que quieren tener acceso a Internet, necesitan un permiso del Ministerio del Interior y tienen que suscribirse a uno de los servidores de propiedad estatal.
Estos servidores bloquean el acceso a sitios mantenidos por organizaciones internacionales de Derechos Humanos y organizaciones vietnamitas con sede en el extranjero.
Burma: El Estado tiene el monopolio sobre el acceso a Internet, e impone una censura total.
El incumplimiento de la necesidad de declarar la propiedad de un ordenador al gobierno, tiene como consecuencia una pena de 15 años de cárcel.
Irak: A raíz de las sanciones y el embargo de Occidente, posterior a la Guerra del Golfo, muy pocos iraquíes tienen ordenadores. La prensa oficial iraquí y algunos ministerios mantienen sitios Web a través de servidores asentados en Jordania.
Sudán: El Estado sudanés controla las escasas conexiones posibles, mediante su monopolio ISP, Sudanet.
Libia: Los ciudadanos no pueden acceder a Internet.
Corea del Norte: antes del 2001, el acceso a Internet era imposible. La Agencia Nacional de Noticias, algunos periódicos y ministerios mantienen sitios Web oficiales dirigidos a extranjeros a través de servidores con sede en Japón.
Irán: Cualquier mención a la sexualidad, la religión, Israel, Estados Unidos, o una crítica a la república islámica, es censurada en Internet al igual que en otros medios de comunicación. El acceso a muchos sitios está prohibido. Ni siquiera los estudiantes de medicina pueden acceder a páginas que tratan sobre la anatomía humana.
Kazajstán y Kirguizistán: los gobiernos cobran cantidades prohibitivas a los servidores, y por las cuotas de conexión.
Siria: Los ciudadanos sirios tienen oficialmente prohibido el acceso a Internet y en caso de no cumplirlo, se castiga con una posible pena de prisión. La autoridad pública de telecomunicaciones mantiene sitios Web para el uso de la agencia nacional de noticias, los periódicos estatales y algunos ministerios.
Por John Macionis y Ken Plummer.
1 comentario:
Si Sandra hubiera nacido en alguno de los países, estaría cumpliendo cadena perpetua. Al fin y al cabo, sabemos muy bien las manitos que metió durante una época, cuando un blog que todos conocemos expuso mails hackeados
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