La película Traffic, que ganó varios Oscars en el 2001, narra varias historias relacionadas con el consumo de drogas. Una joven proveniente de una familia adinerada, cuyo padre tiene un alto cargo gubernamental relacionado con el control del tráfico de drogas ilegales, desciende a los barrios bajos de la ciudad, vendiendo su cuerpo a cambio de drogas, pero finalmente es salvada por un programa de rehabilitación (o al menos eso pensamos). Un hombre de negocios, que ha ganado miles de millones de dólares con el tráfico internacional de drogas, se enfrenta a una acción judicial, pero logra contratar a un asesino para que elimine a todos los testigos principales.
Un policía en Tijuana, México, quien está intentando frenar el tránsito de drogas por la frontera de México (vía aviones y camiones), se entera que los militares, oficiales del gobierno y su propio jefe, están plenamente implicados en el narcotráfico. Esta intensa y desgarradora película cuenta muchas historias, pero sólo es ficción.
La vida real frecuentemente es más compleja que la ficción. Actualmente el tráfico de drogas es la principal industria del mercado negro. La demanda de países ricos como Estados Unidos genera mercados lucrativos en los países pobres. En estos países el tráfico de drogas afecta la vida de casi todo el mundo, aunque sea de manera indirecta. Al campesino más pobre le resulta más fácil cultivar coca, opio, marihuana o amapolas para la industria del narcotráfico, que otros cultivos que difícilmente encuentran salida en el mercado legítimo.
El tráfico de drogas genera beneficios de miles de millones de dólares, y a la vez fomenta el crimen organizado en todo el planeta. Algunos países más pobres como Afganistán y Colombia, y algunos gobiernos cuyo producto interior bruto (PIB) es menor que el de muchas empresas multinacionales, se convierten en Narco-Estados.
En estos casos, el Estado depende totalmente del mercado de drogas para su supervivencia, y consumidores en todas partes del mundo, junto con sus familias y amigos, fomentan este mercado.
El tráfico internacional de drogas es un tema de principal importancia global, y difícilmente se puede entender su alcance utilizando viejos conceptos de delito y control. A principios de la década de 1990, los ciudadanos de Estados Unidos gastaron 110 mil millones de dólares al año en drogas, generando enormes beneficios para los traficantes.
Un policía en Tijuana, México, quien está intentando frenar el tránsito de drogas por la frontera de México (vía aviones y camiones), se entera que los militares, oficiales del gobierno y su propio jefe, están plenamente implicados en el narcotráfico. Esta intensa y desgarradora película cuenta muchas historias, pero sólo es ficción.
La vida real frecuentemente es más compleja que la ficción. Actualmente el tráfico de drogas es la principal industria del mercado negro. La demanda de países ricos como Estados Unidos genera mercados lucrativos en los países pobres. En estos países el tráfico de drogas afecta la vida de casi todo el mundo, aunque sea de manera indirecta. Al campesino más pobre le resulta más fácil cultivar coca, opio, marihuana o amapolas para la industria del narcotráfico, que otros cultivos que difícilmente encuentran salida en el mercado legítimo.
El tráfico de drogas genera beneficios de miles de millones de dólares, y a la vez fomenta el crimen organizado en todo el planeta. Algunos países más pobres como Afganistán y Colombia, y algunos gobiernos cuyo producto interior bruto (PIB) es menor que el de muchas empresas multinacionales, se convierten en Narco-Estados.
En estos casos, el Estado depende totalmente del mercado de drogas para su supervivencia, y consumidores en todas partes del mundo, junto con sus familias y amigos, fomentan este mercado.
El tráfico internacional de drogas es un tema de principal importancia global, y difícilmente se puede entender su alcance utilizando viejos conceptos de delito y control. A principios de la década de 1990, los ciudadanos de Estados Unidos gastaron 110 mil millones de dólares al año en drogas, generando enormes beneficios para los traficantes.
Fuentes: Jordán (1999); Cohen y Kennedy (2000:161)
6 comentarios:
Hay dos palabras que Julia no tiene la fortuna de conocer: humildad y autocrítica. Seguramente les tenga miedo, porque atentan contra su fachada virtual cada vez más ridícula
como ventura lo hundio a rial con la foto trucha de redrado y luli salazar jajajaja
Hace unos días dieron un informe inédito en América 24, hablando sobre este problema. Mostraron las rutas del narcotráfico, las necesidades de los distribuidores de drogas, los campos privados que hacen de base de operaciones, muy bueno el trabajo.
Tenemos que ser realistas, nos estamos enfrentando a la mafia más grande que jamás haya existido según organismos como la AFI, ONU, OEA, FBI, DEA, etc, tenemos gente muy preparada, buen equipo y una mentalidad de vencer a los narcos, pero esta lucha llevara varios años, tal vez décadas y mucha pero mucha gente caerá en su deber, bueno es lo que yo pienso
vivimos en un mundo muy difícil de analizar, muy complejo para vivir...tráfico de sustancias, narcotraficantes ligados al poder político, narcotraficantes que apoyan a ciertas ramas de política, narcos que cometen atroces crímenes...preguntarnos sobre las causas del consumo y abuso de sustancias, la cantidad y la frecuencia con que las personas consumen, por qué en la sociedad no hay un debate serio y frontal sobre las adicciones a la coca, pasta base?...políticamente importa en serio combatir la distribución de estas sustancias?
el consumo de drogas existe desde los tiempos de los tiempos en búsqueda de las zonas a las que éstas permiten experimentar. pero aquí se habla de otra cosas y muy diferente es la época en que se vive hoy,narcos, politica, policías, bandas, en fin, todos deberian tener tarde o temprano su suerte cantada,pero aún no es así,mientras tanto adolescentes, niños, prostitución de estos mismos, dealers, cero códigos, y parece que no hay ética en quienes tienen el poder para combatir en serio...que si permitir el consumo que sino, y los negocios de millones y millones de dólares siguen en curso y nadie quiere perder su status entre quienes están de verdad metidos en ésto.
ME ACORDÈ DE RIAL JA JA
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