Tecnología espacial de los 90s.

En algún momento, en los años próximos, las dos sondas “Viajero”, dejaran el límite de la influencia gravitacional y en el transcurso de varios cientos de millones de años, circunnavegarán silenciosas la Vía Láctea. Es muy dudoso que cada sonda agotada, pueda ser encontrada por alguna civilización lo suficiente adelantada para capturarla.

A pesar de ello, por si sucediera esa remotísima posibilidad, cada sonda “Viajero” fue provista con un disco de oro con una anotación simbólica que indica cómo puede ser interpretado. El disco y su envoltura contienen abundante información sobre la posición de la Tierra, su época actual y las características de sus habitantes. Se ha incluido sonidos en 60 idiomas y la música de muchas culturas. Se han agregado imágenes visuales, con escenas de personas fabricando herramientas, trabajando o creando obras de arte, así como llevando niños y expresando emociones.

Este testamento de la Tierra, viene a ser nuestra primera presentación ante quienes pueden habitar otros mundos. Se espera que este mensaje pueda sobrevivir sin dañarse por el período de un billón de años. Es probable que nunca sea visto o descifrado, pero ello no es lo que realmente interesa. Lo importante es que viajando a través del cosmos, sea un símbolo de cómo los seres humanos conocedores de la inmensidad del Universo, continúan explorándolo.

Joe Allen, astronatuta. Compiladora; Santa Di Lorenzo.