Valaquia es una región ubicada al sur de Rumania, entre los Cárpatos meridionales (también conocidos como los Alpes de Transilvania) y el río Danubio. Era un antiguo principado entre los siglos XIV y XIX, famoso especialmente por dos motivos: el dinamismo bélico que produjo enfrentamientos con los húngaros, rumanos y turcos para apoderarse del trono, y segundo; por la existencia de un personaje que transportaría durante siglos, una curiosa mezcla de vestigios históricos: por un lado, las fantasías medievales épicas, y por el otro, una cruda realidad teñida de rojo: las estacas del empalador Vlad Tapes mejor conocido como “Draculea” o “Drácula”.
Según algunos relatos, este peculiar príncipe sirvió de inspiración a Bram Stoker para escribir la novela que lleva el mismo nombre, la cual lejos está de representar el reinado del terror de Valaquia. La novela de hecho, está ambientada en un contexto victoriano, algo industrial, donde encontramos cierto romanticismo a dos polos entre la seducción y la muerte, así como la muerte que da comienzo a una nueva forma de vida en los vampiros. El transe tiene síntomas similares a la posesión, los cuales son visibles en el paciente Renfield. Mientras el Drácula de Bram Stoker necesita alimentarse de la sangre (no sólo para sobrevivir, sino para rejuvenecer), el verdadero Drácula (Vlad) mataba por diversión, por una extrema crueldad, y fundamentalmente, para que los enemigos pensaran dos veces antes de armar su propio ejército… después de todo, no queríran verse a sí mismos atravesados por una estaca de 3.50m, vertiendo su sangre boyarda en la copa del príncipe.
Vlad Tepes fue el fundador de la ciudad de Bucarest (estableció una fortificación tomando en cuenta el río Damboviţa) y actualmente, Rumania lo considera un héroe nacional ya que protegió el territorio contra los turcos, también un defensor de la independencia y la libertad.
El espíritu del empalador quedó inmortalizado en dos recintos: el castillo de Bran que fuera construido por los caballeros de la orden teutónica, situado en la frontera de Transilvania (asociación motivada nuevamente por Stoker), y el castillo de Poenari, edificado por esclavos, enemigos dominados, y aristócratas que se opusieron al régimen de Vlad. Ellos dejaron sus vidas en la construcción del mismo, y no es para menos: para lograr el acceso a la vasta obra, situada en la cumbre de la montaña que simula una acrópolis, es necesario subir 1400 escalones.
Como dato curioso, Vlad Tepes era pariente lejano de Elizabeth Bathory, la “condesa sangrienta”, probablemente la asesina serial más famosa de todos los tiempos.
Según algunos relatos, este peculiar príncipe sirvió de inspiración a Bram Stoker para escribir la novela que lleva el mismo nombre, la cual lejos está de representar el reinado del terror de Valaquia. La novela de hecho, está ambientada en un contexto victoriano, algo industrial, donde encontramos cierto romanticismo a dos polos entre la seducción y la muerte, así como la muerte que da comienzo a una nueva forma de vida en los vampiros. El transe tiene síntomas similares a la posesión, los cuales son visibles en el paciente Renfield. Mientras el Drácula de Bram Stoker necesita alimentarse de la sangre (no sólo para sobrevivir, sino para rejuvenecer), el verdadero Drácula (Vlad) mataba por diversión, por una extrema crueldad, y fundamentalmente, para que los enemigos pensaran dos veces antes de armar su propio ejército… después de todo, no queríran verse a sí mismos atravesados por una estaca de 3.50m, vertiendo su sangre boyarda en la copa del príncipe.
Vlad Tepes fue el fundador de la ciudad de Bucarest (estableció una fortificación tomando en cuenta el río Damboviţa) y actualmente, Rumania lo considera un héroe nacional ya que protegió el territorio contra los turcos, también un defensor de la independencia y la libertad.
El espíritu del empalador quedó inmortalizado en dos recintos: el castillo de Bran que fuera construido por los caballeros de la orden teutónica, situado en la frontera de Transilvania (asociación motivada nuevamente por Stoker), y el castillo de Poenari, edificado por esclavos, enemigos dominados, y aristócratas que se opusieron al régimen de Vlad. Ellos dejaron sus vidas en la construcción del mismo, y no es para menos: para lograr el acceso a la vasta obra, situada en la cumbre de la montaña que simula una acrópolis, es necesario subir 1400 escalones.
Como dato curioso, Vlad Tepes era pariente lejano de Elizabeth Bathory, la “condesa sangrienta”, probablemente la asesina serial más famosa de todos los tiempos.
6 comentarios:
Me cuesta creer que un tipo con esa terrible historia, termine nombrado como héroe nacional.
El conde Vlad muchas veces es confundido con drácula, una obra de un gran irlandés Stocker el cual se refería en su libro como el no-muerto, el libro fue subastado en estos años en Londres y el gobierno irlandés no tuvo los recursos para adquirirlo y tenerlo en su patrimonio. En Irlanda el término no-muerto era utilizado en personas que fallecían como consecuencia de epidemias, eran personas que estaban en ataúdes de madera aun no sepultados en las afueras de los cementerios. La cultura rumana de lo macabro y lo siniestro ha permanecido hasta nuestro siglo.
En la novela "La historiadora" de Elizabeth Kostova, se puede obtener bastante información sobre este mítico personaje.
Creo que vlad era muy cruel y sanguinario, pero sin duda bathory tenía una mente sádica y asesina y todos sus caprichos consiguieron la complicidad de los asistentes, tanto por el morbo de aprovechar su status para hacer daño, como por el poco valor de la vida humana en épocas donde casi todo podía considerarse tocado por el demonio. Sus días finales, y el de los cómplices, también obtuvieron un merecido tortuoso.
La ventana de comentarios mejoró levemente, igual, maldito Blogger y los cambios de este año!!
Como siempre, gracias a todos por pasar. :)
18:38,
Ahora la estética de los blogs no es tan mala, al comienzo era un entrevero distinguir los mensajes del título del cuadro, y los comentarios entre sí.
Igual prefiero la versión anterior. ¡Besos!
Publicar un comentario