En el antiguo calendario romano los días se denominaban fastos o nefastos. Los días fastos estaban dedicados a las actividades de carácter jurídico o legislativo, los comicios y los negocios públicos; en cambio, los días nefastos estaban consagrados a los dioses y sólo se permitía la actividad religiosa, por lo que eran tildados como desgraciados, inapropiados o perdidos para la realización de muchas actividades, especialmente las relacionadas con la administración de justicia.
El año romano tenía 354 días, de los cuales 245 eran fastos y 109 nefastos, es decir, que uno de cada tres días los administradores de justicia estaban impedidos de trabajar.
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5 comentarios:
Nada que ver al significado actual.
Me enteré de lo de Etchecopar, jajajaja, CAPO!!! va a quedar en la historia de los blogs xq sacó todo a la luz.
Nefasto es el frío que hace a esta altura del año!!!
Existían también días "intercisi" o cortados, días que eran nefastos hasta que no se acabasen determinadas celebraciones religiosas, y empezaban a ser fastos en cuanto terminaban esas ceremonias. El 24 de marzo, por ejemplo, y el 24 de mayo eran nefastos hasta que hubiesen concluido los solemnes sacrificios del día, y por tanto era arriesgado emprender cualquier cosa. Una vez acabados los sacrificios, se convertían en días "fastos", y ya podían dedicarse al trabajo o a los negocios. Otro ejemplo de día "intercisi" era el 15 de junio, dedicado a limpiar el templo de Vesta, día nefasto mientras no se concluyese esa limpieza.
Yo estaba leyendo Los Miserables de Víctor Hugo, y en una parte salio “fas por nefas”. Y ahora ya sé lo que significa.
Gracias Jus.
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