El pez por la boca muere...

"No los sigas ni los bloquees, pero te avisamos x las dudas. De todos modos, la historia de Sandra la conocen todos los de Intrusos" Miguelcontte

jueves, 30 de agosto de 2012


Buscando blogs sobre política internacional, di con el sitio del licenciado y asesor de radio Arturo Archondo, quien es de Bolivia y escribe mayormente sobre temas políticos. Allí encontré una publicación muy bien resumida sobre la crisis norteamericana del 2009-2010, la cual pegó con diferente intensidad en los países de nuestro continente, siendo más leve de lo acostumbrado en aquellos estados que aplicaron medias socioeconómicas con mayor autonomía. Es interesante su forma de reflexionar acerca de la oportunidad que representan los momentos “de riesgo” en un país, para sentar las bases de un giro hacia la dirección opuesta, ocasionado por un inevitable choque de estructuras que tiene como base al poder económico.

P.D. sé que estas palabras son familiares para muchos, pero nunca está de más afianzar aquello que nos hace elegir un determinado camino de acción.


"¿Cuál será ahora la nueva estrategia que se intentará aplicar desde los centros del poder capitalista, para enfrentar la crisis en la que ha caído este sistema?

Los propugnadores del mismo anticiparon los problemas actuales hace ya varias décadas y allí, en Washington, la capital norteamericana, centro del poder imperial, alcanzaron una especie de consenso para solucionar, o por lo menos postergar, la debacle que se avizoraba.

Esa estrategia consistió en acentuar la exportación de sus capitales excedentes a diversas regiones del mundo, para acrecentarlos y luego reinyectarlos en sus economías.

Consistió en acabar con todas las barreras arancelarias que mantenían los países dependientes, de modo que las empresas multinacionales pudieran operar sin ninguna restricción, alcanzando el máximo de ganancias.

Consistió también en invadir con sus productos los nuevos mercados, aunque con esas medidas se destruyeran las economías más pequeñas.

Se trataba de dominar absolutamente el mercado del dinero, supeditándolo a los intereses exclusivos del capitalismo, en una fórmula conocida como un liberalismo nuevo o un neoliberalismo, término con el que se buscó globalizar la estrategia.

Se vendió así o, más bien, se impuso casi por la fuerza, la vigencia del libre mercado con ajustes estructurales que fueron diseñados por tecnócratas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Los resultados de esta experiencia, como muy bien lo sintieron nuestros países, particularmente los de América Latina, entre ellos Bolivia, fue el drenaje masivo de las riquezas nacionales y la extracción de capitales en una especie de saqueo que, según expertos internacionales, fue varias veces superior al saqueo de los más de 300 años que sufrieron nuestros pueblos en la etapa colonial.

Se acentuó la pobreza, se incrementó el desempleo, se elevó enormemente la migración hacia los países desarrollados, subieron las tasas de desnutrición y enfermedades prevenibles, se multiplicaron los problemas sociales y las economías de nuestras naciones quedaron prácticamente quebradas.

Pero ni así, con esa salvaje arremetida, el capitalismo pudo resolver sus falencias internas y, a pesar de muchas medidas que se fueron adoptando a lo largo del tiempo, no pudo evitar que llegara la crisis.

Ahora parece venir el colapso.

De la recesión se está marchando a la depresión, la cual amenaza con durar muchos años.

Queda, entonces, la pregunta, de cuál será la nueva estrategia que se intentará elaborar y aplicar para poner algún freno a la crisis.

Y aquí es donde aparece una respuesta que tiene alcances siniestros.

Esa respuesta tiene que ver con la precipitación de nuevas y multiplicadas guerras en diversos lugares del planeta porque, tradicionalmente, la guerra ha actuado como un mecanismo capaz de reactivar las economías.

En el pasado, cuando una nación enfrentaba problemas económicos, invadía a otra, y se apropiaba de sus riquezas, de sus alimentos, y se llevaba a sus hombres para esclavizarlos y a sus mujeres y niños para explotarlos de diversas maneras.

En los tiempos modernos la cosa no ha cambiado, como se comprueba con la guerra de Irak, país cuyas enormes reservas de petróleo ahora se hallan en manos del país invasor, en este caso, los Estados Unidos.

La multiplicación de las guerras, pues, parece que ha de constituir uno de los caminos que éste buscará para paliar el dramático momento que está empezando a vivir.

La invasión de Israel al territorio palestino, con el argumento de combatir al terrorismo, se muestra como un anticipo de esa estrategia.

También se puede pensar en otras guerras más pequeñas, disimuladas con la etiqueta de lucha contra el terrorismo o contra las drogas, que se librarían en otras regiones del planeta.

La industria de la guerra, la fabricación de armas, no debe olvidarse, genera ganancias extraordinarias en tiempos de conflictos internacionales.

Ahora bien, por el lado de nuestros países latinoamericanos, ¿cuál debería ser el camino para encarar esta crisis global?

Los especialistas hablan de la necesidad de construir un sistema económico interno que apoye el desarrollo desmarcándose lo más posible del sistema capitalista que prevalece en las naciones del norte (…)

Se deberá, en esa línea, consolidar la integración de nuestros países, ampliando nuestros mercados en términos de solidaridad, poner a funcionar el Banco del ALBA y otras entidades financieras que impulsen el progreso, desarrollar proyectos conjuntos de impacto regional.

Construir un nuevo modelo de desarrollo que pueda, a largo plazo, reemplazar al sistema capitalista que está haciendo aguas. (…)

América Latina debe encarar una gran movilización, una gran lucha contra la crisis, que comprenda no sólo a los gobiernos sino, sobre todo, a los pueblos, a las organizaciones sociales (…)

Las crisis, se va diciendo por ahí, constituyen al final nuevas oportunidades.

La crisis del capitalismo, que ahora aturde a las potencias, debe ser la oportunidad que aprovechen nuestros pueblos, para liberarse de ese sistema de injusticia y explotación".

Texto completo

viernes, 24 de agosto de 2012

Para reflexionar

La imagen se agranda al hacerle clic.

viernes, 17 de agosto de 2012

Restricciones de Google Earth


Dependiendo de las utilidades que usemos, Google Earth puede ofrecernos herramientas para generar tanto una vista a nivel satelital de nuestro planeta, así como una visión en la cual es posible mirar las construcciones de toda una ciudad a una distancia cercana a la calle. Podemos observar paisajes históricos como las pirámides egipcias, la Muralla China, otros sitios interesantes como parques de diversiones, balnearios, estadios… y del mismo modo realizar un recorrido “minucioso” de las casas particulares en cualquier parte ciudad, como la casa de tu ex. Pese a todos estos sitios que somos capaces de observar, algunos de ellos pueden estar restringidos. Ya sea por condicionantes gubernamentales, pleitos vinculados a la propiedad privada o errores de las vistas aéreas, los mapas de Google contienen varios sitios cuyo acceso satelital está prohibido.

Veamos algunos:

Laboratorio atómico en Knolls: este establecimiento de investigación y desarrollo apoya al programa de Propulsión Nuclear, el cual investiga, diseña, construye, opera y mantiene buques de guerra de propulsión nuclear en los Estados Unidos.

La ciudad de Utrecht en los Países Bajos: Algunos sitios de internet dicen que la imposibilidad de ver esta ciudad holandesa en los mapas de Google, se debe a un error. El lugar conserva una gran jerarquía ya que ha servido de centro religioso en los Países Bajos, desde el siglo VIII.

Fortaleza en el castillo de Montjuïc en Barcelona, España: Este cerro ya no alberga presencia militar, pero se mantuvo censurado en las imágenes satelitales de alta resolución de Google Maps. Desde abril del año 2008, es posible acceder a su estructura utilizando Google Earth.

Sydney, Australia: Gran parte del interior Sydney sigue siendo borroso. Google informó que eliminó las fotos de alta resolución debido a un problema con uno de los proveedores de imágenes, pero las publicaciones en Internet señalaron que el motivo real sería el temor a un ataque terrorista usando las escalas de los mapas. Algunas de las áreas bloqueadas son (o han incluido en algún momento) el Garden Island Naval Depot, el reactor de Lucas Heights, el Parlamento y la sede de la Fuerza de Defensa australiana, en Canberra.

Escuela Saint Louis en Honolulu: Sólo el campo de fútbol, la casa de campo y el gimnasio están disponibles.

Áreas del sudeste de Asia: existen zonas borrosas que incluyen áreas de “sensibilidad política” como el Tíbet, la provincia de Xinjiang, áreas del norte de Pakistán y los palacios reales.

Censura hacia la obtención del software: en Irán a finales del 2007, un empresario iraní trató de descargar el Google Earth y recibió un mensaje que decía: "Gracias por su interés, pero el producto que usted está tratando de descargar no está disponible en su país".

viernes, 10 de agosto de 2012


Como leía en muchísimas páginas de Internet, es casi unánime el repudio que le tenemos a Moria Casán, no sólo por la forma contestataria y soberbia con la cual responde y minimiza a los demás, sino también por la evidente parcialidad de la prensa con su situación, tomando partido por ella o intentando dejarla bien parada, no sin antes subestimar el sentido común de cualquier televidente/oyente.
No espero que le suceda nada más de lo que ella misma genera para sí... solo lamento que intente vender tanta “resistencia disfrazada” como una virtud que la fortalece. Como menciona el dicho: “se alardea de lo que se carece” en este ejemplo, mientras más impuesta sea su armadura de hierro, más vulnerable es en realidad su estado anímico y psíquico. Soy de las que gustan de decir: la base del equilibrio es el silencio sobre ese equilibrio, ya que su evidencia real sucede en la práctica.

Los dejo con un excelente mensaje que dejó un lector dos entradas atrás, sobre el tema de fondo de la manipulación.

“Influenciables lo somos todos, y ello es positivo, pues permanecer en posiciones dogmáticas y cerradas no es edificante. Permitirnos recibir influencias es parte de nuestra apertura (la influencia sólo nos invita, nunca nos fuerza). Ahora bien, nuestra vulnerabilidad para ser manipulados es variable y depende de cuán conscientes somos de las estrategias a que se recurre para intentar manipularnos (pueden ser cosas muy sutiles, como elogios o expresiones de sentimientos, y a veces es difícil identificarlas). Pero el conocimiento, la verdad, nos hace libres. En la medida en que estemos mejor informados y seamos más críticos y analíticos, menos manipulables somos”

viernes, 3 de agosto de 2012

Últimamente la justicia nos ha dado noticias interesantes..


La neurociencia como arma de manipulación o de resistencia

Por: PijamaSurf

Los recientes descubrimientos de la neurociencia y su eventual aplicación en la política o el marketing (para hacernos creer que voluntariamente elegimos o rechazamos un producto) podrían utilizarse también del otro lado de la arena, como técnica de resistencia hacia la manipulación personal y masiva.

Una de las disciplinas científicas más destacadas de esta época es la neurociencia, cuyos descubrimientos prometen descifrar con detalle la manera en que el cerebro humano in extenso nos configura como personas: desde los actos más sencillos y rutinarios hasta esos aspectos que durante casi toda la historia de la humanidad se han asociado con fuerzas cuasi metafísicas. Algún día la neurociencia nos dirá dónde reside eso que llamamos personalidad o libertad de elección o enamoramiento, dónde la psicopatía o la depresión, el genio, etc.

Sin embargo, como casi cualquier desarrollo científico de gran envergadura, su lado polémico no ha tardado en sobresalir. Muchas de las críticas que se han hecho en torno a la neurociencia se centran en la pérdida de libertad o de capacidad de elección que, eventualmente, podría conseguirse por medio de la información obtenida en los experimentos y las investigaciones.

Dos ámbitos particulares en que esto podría convertirse o ser ya una realidad son la política y la mercadotecnia, en donde el conocimiento conseguido a propósito del cerebro y los mecanismos por medio de los cuales elegimos o rechazamos algo (un producto, un candidato, una propuesta, etc.), podría encontrar aplicaciones más que deseables para quienes laboran en dichos campos.

Y si bien en la política, al parecer, todavía no se implementan estas campañas basadas en premisas de la neurociencia, en cambio en la promoción de productos de consumo estas han ganado cada vez más simpatía entre los grandes vendedores.

Partiendo del hecho de que “la verdad —al menos en términos de mercadeo— no es una opción racional, sino un impulso”, los neuromercadólogos apelan menos a los procesos pretendidamente racionales que nos llevan a elegir un producto y no otro que a todo ese entramado irracional que, dicen, subyace a cualquier decisión, una serie de conexiones de las que aparentemente no tenemos noticia conscientemente pero que no por ello no ocurren y, por el contrario, son según los neurocientíficos los que verdaderamente nos hacen tomar una decisión: “En captar la atención hay técnicas documentadas: los colores brillantes, la iluminación, los carteles dinámicos y los anuncios con rostros son bastante efectivos”, explica al respecto Tim Holmes, psicólogo de la Universidad de Londres.

En política todavía son pocos los casos documentados en que la neurociencia se utilice para alcanzar un objetivo político específico, aunque sin duda esto cambiará con el tiempo. Por lo pronto se sabe de un candidato sudamericano que se sometió a un escaneo cerebral para identificar sus fortalezas y sus debilidades emocionales. Asimismo, el gobierno del Reino Unido tiene un equipo que utiliza conocimientos sobre los procesos cognitivos automáticos para inclinar a los ciudadanos hacia las decisiones que el gobierno considera favorables para sus intereses.

Sin embargo, como bien apunta el artículo de la BBC del que tomamos esta información, estos descubrimientos de la neurociencia son un arma de doble filo, pues si bien pueden utilizarse para manipular a las masas y obligarlas sutilmente a que tomen cierta decisión (haciéndoles creer que lo hacen libremente), también es posible que estas masas tengan conocimiento de dichos avances y se preparen para resistir la andanada.

Un estudio, por ejemplo, mostró que ciertos sujetos son casi inmunes a estas campañas que buscan adentrarse en la parte más inconsciente del cerebro, curiosamente personas que practican un cierto tipo de meditación. Asimismo, parecer ser que si estas técnicas se basan sobre todo en el contexto en el que está situado un producto (sea político o de consumo), en el caso de las personas el mecanismo no es distinto y rodearse de personas razonables o virtuosas podría conducirnos a que “todos nosotros usemos esos conocimientos para tener más criterio, exigir más, lograr más control y quizás hasta ser más felices”.

Fuente: www.pijamasurf.com